El baile de la mascarilla,
perdón “ Un baile de disfraces”,
ópera de Verdi con la
cual el Teatro Real abre su temporada, perfectamente adaptado al
medio ambiente creado por el cuento chino del murciélago, es una
obra con mucha historia, lo cual nos permite reflexionar sobre
nuestro tiempo,y con una trama espantosamente actual, que nos hace
ver, que sin conocer el origen
de la memez, es
materialmente imposible corregir ésta.
El gran conocimiento del
contexto temporal de Verdi así como de su anecdotario, lo cual hace
de Nicolás Luissoti uno de los mejores intérpretes de Verdi,
insustituible por una chatarra metálica de inteligencia artificial,
(aunque esa es otra historia), se manifestó al contar en la
presentación, el interés de Verdi por componer una obra sobre “
el Rey Lear “, empeño imposible en su lugar habitual, pues la
censura borbónica de la época impedía representaciones donde se
asesinase al rey. Esto demuestra dos cosas, la influencia de la
cultura para remover conciencias y proponer comportamientos
impensables para la mayoría, y el interés de amordazar por las
autoridades políticas cualquier manifestación pensadora contraria a
sus intereses. Y si Verdi cambió a un rey por un conde y gobernador
para poder estrenarla,
todo el elenco creativo de
este proyecto se hubiera encontrado con el secuestro judicial de la
obra y quizás la cárcel si hubieran sustituido al conde-gobernador,
por un vicepresidente aficionado a regímenes políticos con
comportamientos criminales contra la Humanidad tal cual la ONU
informa sobre el Chavismo.
Las autoridades, a
menudo, por conspicuos intereses o incluso con las mejores
intenciones, cambian las creaciones más excelsas de la humanidad en
execrables transformaciones, y estas llegan a hacerse costumbres de
las cuales se pierde el origen y continúan machacando al ser humano
siglos y siglos después. Pongo un ejemplo, cuando la Iglesia pidió
( con la intención de salvar sus almas) a las autoridades, impidiese
el adulterio consentido por los maridos, por motivos económicos o
por cobardía y comodidad, la autoridad competente promulgó una ley
cuyo contenido principal era : Que en averigüándose la infidelidad
continuada de su mujer por el marido, sin retar en duelo ni impedir
por la fuerza dicho acto, ni castigar a su mujer fuera colgado por el
cuello hasta morir.
Maravilloso, los maridos
cobardes y consentidores, se las arreglaban siempre para matar a su
mujer, ( lo cual acarreaba una pequeña pena de mazmorras) y dejar
que el amante se les escapara
por la ventana, y éste y
no otro es el origen de la memez “ la maté porque era mía”.
Bien pues esta obra donde Verdi trata sobre el racismo, el racismo es
un invento de las civilizadas y razonadoras autoridades del siglo XIX
para justificar, lo que después del Cristianismo es injustificable,
la esclavitud. En Roma, la esclavitud era cosa corriente, legal y
ética, y les daba igual que la cosa parlante ( definición del
esclavo) fuese hembra, fuese macho,fuese negro, blanco o carmesí.
Cuando Cristo proclamó la igualdad de todos los hombres,( en el
sentido figurado de humanidad, lo cual incluye a las mujeres), por
ser todos hijos de Dios, la esclavitud ya no era ética, ni moral ni
legalmente posible.
Cuando los amerindios
fueron esclavizados Fray Bartolomé de las Casas hizo lo imposible
por demostrar con las conversiones, los aztecas,mayas e incas su
posesión de alma y por tanto no esclavizables , por eso los
españoles también comerciaban con negros, capturados por las armas
y llevados directamente a las haciendas, impidiendo así que ningún
cura metepatas pudiera convertir y demostrar la humanidad de los
negros. De ahí la importancia del concepto de raza, haya razas
inferiores de humanos como los chinos constructores del ferrocarril
en USA, y razas infrahumanas supcetibles de esclavitud, y el origen
de la memez en USA viene de la expasión guerrillera y sibilina de
anexión de California, Nuevo Méjico, Tejas, lugares del pais
Méjico, donde con agentes agitadores y colonos ambiciosos, USA se
apropió y con una fuerzas policiales, de raza anglosajona se impuso
un apartheid de facto ante una población más numerosa, y cuando el
Norte buscó mano de obra barata, la liberación de los esclavos
terminó con una forma de vida, que llena de rencor educó a sus
hijos a través de siglos , en el pretexto de que una autoridades
ambiciosas habían querido igualar a unos animales a su maravillosa y
distinguida raza sureña.
Problablemente en
Italiano hubiese sido más corto pero a diferencia de Nicolás
Luisotti, yo no he sido capaz de aprender italiano viendo “ el
Comisario Montalbano”.
Inmersos como estamos en
el cuento chino del murciélago, conocido por Wuhan virusa, tanto
Luisotti como el director de escena Gianmaria Alierta, no se
mostraron partidarios de modificar la interpretación de los
cantantes, de modo que un nuevo lenguaje corporal al estilo del cine
o teatro, supliera las limitaciones sanitarias a la hora de realizar
las escenas románticas,
dejándolo todo a la
imaginación, lo cual da a la ópera un atractivo
nuevo, como si se leyera
un libro pero socializando; También he decir el magnífico acierto
de Alierta, la mascarilla de los bailarines, yo no soy de bailar,
para hacer ejercicio prefiero el Squash, remar o piragüismo,pero
reconozco que ni en mis mejores tiempos de Squash, he tenido nunca la
capacidad física ni la dureza del entrenamiento del bailarín, y si
no se puede correr con mascarilla,o montar en bici, rebaja el ritmo y
protégete a ti y a los demás, es una temeridad cuando más aspira y
espira partículas el organismo hacerlo en público y sin medidas de
protección.
Ficha artística,
fechas y horario.
El Teatro Real estrena su
temporada con el melodrama en tres actos “ Un ballo in maschera”
con libreto de Antonio Somma y la genial música de Verdi con un un
equipo artístico tan geniales como el propio autor, entre los cuales
destacan el director musical Nicolás Luisotti y el director de
escena Gianmaria Aliverta, con un reparto excepcional, en las
siguientes fechas,18,20,23,25,29 de septiembre, 1,3,4,6,7,10,11,13, y
14 de octubre, a las 20,00 horas excepto 4 y 11 de octubre, con el
patrocinio de Telefónica y las pantallas exteriores patrocinados por
Telefónica, Endesa, Loterías y apuestas del Estado, Mutua
Madrileña, Fundación Redexis y Fundación EDP.